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¡Holaaaaa! me gustaría compartirles un lista de libros de autores hispanoamericanos, a mi en lo particular me gustaron muchisimo y espero que a ustedes igual, cada una trae una pequeña reseña (sacada de paginas de Internet, la liga de donde se sacaron viene incluida)
1.
El libro de arena, Jorge Luis Borges
El libro de Arena es una obra de Jorge
Luis Borges que aúna una serie de cuentos y relatos publicados en 1975. En ella
podemos encontrar los siguientes títulos: El otro, Urica, El congreso, There
are more things, La secta de los treinta, La noche de los dones, El espejo y la
máscara, Undr, Utopía de un hombre que está cansado, El soborno, Avelino
Arredondo, El disco, y, por último, en el número 13, El libro de arena que dará
el título a la antología y sobre el que va a tratar esta entrada.
Este último relato de El libro de arena
está narrado en primera persona. El narrador es el propio Jorge Luis Borges
pero con menos edad. Éste se convierte en actor y narrador de los hechos que se
irán sucediendo —algo, por otro lado, característico del autor en todas sus
obras en general—.
Un día, Borges el protagonista, recibe
la visita de un vendedor de libros muy especial, un pacífico bibliófilo.
Dialogando, el protagonista se dará cuenta que el libro no es igual a otros y
que tiene una peculiaridad que lo hace diferente: no se pueden pasar las
páginas por orden cronológico.
Borges llega a obsesionarse con el
libro atraído por el misterio y accede a quedarse con él. A continuación se
desencadenarán ciertos hechos que despertarán la incertidumbre entre personaje
y lector. La idea de un libro infinito se va tejiendo en la mente de ambos y el
lector podrá plantearse algunas preguntas que irán resolviéndose o, incluso,
podrán complicarse con otras dudas diferentes:
¿Puede alguien obsesionarse con un
libro de tal forma que no pueda vivir?
¿Cuál puede ser en realidad el sentido
oculto de ese libro?
¿Podría resultar un libro diabólico o mágico?
Este es un cuento que mezcla la
realidad y la ficción de forma sublime. La trama es en sí misma un enigma. Al
concepto de lo inacabado en el ‘tiempo’, Borges el autor, le añade ‘el espacio’
y ‘la forma’.
Con un
estilo llano en el lenguaje, el escritor partirá de una pequeña realidad
para montar una fantasía valiéndose de la metafísica y también de la teología
para engrasar el mecanismo de la creación. Esto hará que el lector siga sus
pautas de razonamiento y de pensamiento circular.
Borges el autor no conoce límites para
analizar el sentido de los números, las palabras o el tiempo, algunos de los
temas habituales en sus narraciones. ¿Por qué no evidenciarlos e imaginarlos
físicamente en un libro indescifrable?
El libro de arena bien puede marcar la
vida de aquel lector que lo descubra porque como bien dijo Borges al final de
este libro:
«Ni el libro, ni la arena, tienen
principio ni fin».
Por Marisa Arias: https://www.abrirunlibro.com/2019/05/el-libro-de-arena-un-relato-de-jorge-luis-borges/
2.
El llano en llamas, Juan Rulfo
El
Llano en Llamas” es una serie de diecisiete cuentos, en los que Juan Rulfo
trata entre otros asuntos, el problema de la tierra. Dos claros ejemplos son
“Luvina” y “Nos han dado la tierra”, en donde podemos apreciar que se habla de
la infertilidad de las tierras repartidas, después de la revolución y durante
la reforma agraria.
En este libro, la mayoría de los cuentos están narrados en
primera y tercera persona, en donde el autor recrea un ambiente a lo largo
de las historias, con seres que viven inmersos en la pobreza, cuyo presente es
trágico y la nostalgia del pasado y el recuerdo llega a ser una constante.
Rulfo logra retratar la problemática del campo y la provincia
Jalisciense a través de un realismo mágico que le reconocen autores como Jorge
Luis Borges y García Márquez.
Lo interesante de las historias de Juan Rulfo en El Llano en
Llamas, es que podrían haber sucedido o incluso seguir sucediendo en cualquier
lugar de Latinoamérica. Otra cosa que las distingue es la manera en que se
cuentan y el manejo de las técnicas como el realismo mágico, el monólogo y la
introspección, con las que Rulfo, a pesar de su poca producción literaria, se
convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos.
http://www.tusrelatos.com/resenas/el-llano-en-llamas
3.
El obsceno pájaro de la noche, José Donoso
La obra
cumbre del célebre escritor chileno relata la decadencia de la identidad, el
deterioro de un pasado pomposo retratado en una casona en el barrio de la
Chimba. Obra sombría que deja entrever, por medio de la narración del mudito,
el terror de la intimidad cotidiana.
José Donoso rompió con este libro los esquemas realistas de
la escritura chilena sumergiendo la escritura en una atmósfera oscura como si
todo fuese una gran pesadilla.
4.
El otoño del patriarca, Gabriel García
Márquez
El otoño del patriarca narra la historia de un dictador
en plena decadencia, lleno de los demonios producidos por el poder totalitario,
un hombre viejo y atormentado al que la naturaleza misma de la senectud le
muestra que el poder no puede con el paso del tiempo y la enfermedad.
Gabriel García Márquez hace un retrato de un hombre poderoso,
desalmado y despótico que por medio del miedo ha sustentado respeto y poder. El
perfil del Patriarca es el típico del dictador que se empecina
en arraigarse en su tiránico trono hasta sus últimos días, un reflejo fiel de
los dictadores latinoaméricanos; una amalgama de todos ellos sin importar sus
ideologías. El Patriarca es un hombre venido del pueblo y de los suplicios de
la miseria, obnubilado por todo lo que el poder le dio y que en su infancia se
le negó, se monta en el poder gracias a que su país es inestable, propenso
a las guerras internas y los golpes de Estado, tal como lo fueran sus homólogos
reales de América latina.
El autor entonces establece el retrato de un hombre triste y aislado, que no se
permite una vida normal, rodeado de personas que pueden ser hienas buscando la
debilidad para alzarse con el poder; su soledad es su única y real
compañera pero que al fin y al cabo no es más que otra traidora, pues también
ella aporta a su paranoia y al declive de su cordura.
Por otro lado existe un personaje que se robará muchas veces el protagonismo
del Patriarca, Patricio Aragonés, un doble muy parecido al
dictador, usado para hacer las tareas cotidianas del gobierno, pero sobretodo
para ser mostrado al público y servir como chaleco antibalas del real
dictador. Patrico Aragonés se convierte entonces en el poder
de mostrario, un títere más de la dictadura pero con la salvedad de que su
figura idéntica al tirano le concede grandiosas libertades, esas que se le
fueron sustraídas al pueblo, pareciera que Gabriel García Márquez lo
coloca allí no sólo para que haga las veces de seguro de vida del Patriarca,
sino como una metáfora, es decir el Patricio Aragonés no es
más que la representación de todo lo que el dictador quisiera ser y hacer,
ostentar su poder mientras se pavonea frente al pueblo, poder entablar
relaciones y no estar en perpetua soledad, es una exención del tirano y de
sus deseos profundos aniquilados por la misma fuerza aplastante que es el
poder.
Pero el Patriarca seguirá siendo el real ente
todopoderoso, sobre él no hay nadie y desde su estancias demostrará su
inmisericorde ser, haciendo lo indecible para no perder su trono, al final el
tirano pasa a convertirse en dos seres, su doble Patricio Aragonés y
él mismo, uno siendo la máscara y otro siendo el poder detrás del poder.
Pero por más que un tirano pueda ser temido e idealizado por el pueblo, al
ocaso del día no deja de ser un simple humano, con temores y miserias, que por
más que sea su vida algún día el tiempo se encargará de borrarlo del mundo,
incluso del mismo recuerdo. Gabriel García Márquez entonces
propone un dictador que es todos los dictadores del mundo, un reflejo de lo que
el poder inmenso causa en una sola persona, y por sobre todo presenta a un
hombre triste en soledad, que lo único que tiene en el mundo es poder.
«yo soy el hombre que más lástima le
tiene en este mundo porque soy el único que me parezco a usted» Patrico Aragonés agonizante le dice al
Patriarca.
5.
El ruido de las cosas al caer, Juan Gabriel Vásquez
El ruido de las cosas al caer es una bellísima novela, escrita
con una prosa cuidada y sumamente poética que nos cuenta la historia de Antonio
Yammara y Ricardo Laverde. Ambos se conocen jugando y
apostando en unos billares en el centro de Bogotá. La historia transcurre sin que nada
especial pase y no comprendemos muy bien por qué Antonio está tan obsesionado
con Laverde, un personaje que dice ser piloto y que ha estado en la cárcel,
pero del que no sabemos nada más.
Todo comienza con la imagen de uno de los hipopótamos de Pablo Escobar destrozando
todo lo que encuentra a su paso. Este animal es una de las imágenes del poder
omnipotente de Escobar y los destrozos que va dejando en su
carrera son una metáfora de cómo el célebre narcotraficante destrozó
a Colombia.
Antonio es un profesor tranquilo que vive en Bogotá. Tiene amoríos
intrascendentes hasta que un día una de sus alumnas le dice que está embarazada
y se instala en su casa, sin más. Él lo acepta sin pasión, sin ni siquiera
plantearse qué es lo que él quiere. Pero el nacimiento de su hija es uno de los
más bellos momentos de una historia en la que hay de vez en cuando fragmentos
que podríamos llamar líricos:
Pues efectivamente, de pronto descubrimos que de lo que va el libro es de
la otra cara del narcotráfico en Colombia, en un momento en que casi todos
caímos atrapados por las series sobre Escobar, por los libros escritos sobre él, leo
este libro que trata de las generaciones que desde niños vivieron entre bombas
y asesinatos, que se acostumbraron a pasar su vida en el miedo y la violencia
pero que, a la vez, se escapaban para visitar el increíble zoológico que Escobar se hizo
construir en la Hacienda Nápoles, de los que se enriquecieron a costa de la
droga: "[...] la generación que nació con los aviones, con los vuelos
llenos de bolsas y las bolsas de marihuana, la generación que nació con la
Guerra contra las Drogas y conoció después las consecuencias". Antonio nos
cuenta como la Violencia con mayúsculas fue acompañándolo toda su vida, como
los bogotanos simplemente no preguntaban: tenía 14 años cuando Escobar mató al
Ministro de Justicia, 16 cuando mató al director de El Espectador,
19 cuando ametrallaron a Galán, candidato a la Presidencia y luego vino lo del
vuelo de Avianca, un Boeing 727-21 que Escobar hizo estallar en el aire
—en algún lugar del aire que hay entre Bogotá y Cali— para matar a un político
que ni siquiera estaba en él.
En El ruido de las cosas al caer se habla de dos tragedias
aéreas en Colombia que impactaron al mundo. La primera, un avión de Avianca
en noviembre de 1989. Una bomba colocada por el Cartel de Medellín
para acabar con César Gaviria, candidato presidencial que no había tomado el
avión, fue la responsable de la muerte de 110 personas. La otra, el vuelo 965
que se estrelló, causando 159 muertes, por una serie de errores de los
pilotos en diciembre de 1995.
"También con el ruido que era la madre de todos los ruidos, el
ruido de las vidas que desaparecen al precipitarse al vacío, el ruido que
hicieron al caer sobre los Andes las cosas del vuelo 965 y que de alguna manera
absurda era también el ruido de la vida de Laverde, atada sin remedio a la de
Elena Fritts."
Debo reconocer que he repasado el
listado de pasajeros de este vuelo buscando a uno de los personajes de esta
historia. Cuando repasaba la lista me sentí tan nerviosa como si estuviera
buscando a alguien real. Antonio escucha compulsivamente la
grabación de la caja negra del vuelo y esto se convierte en un momento clave de
su vida, porque empieza a buscar a Ricardo Laverde una vez
muerto. Un encapuchado les dispara en una parada de autobús, Ricardo muere y
Antonio resulta gravemente herido. No logra recuperarse mental ni físicamente,
pero decide investigar en la vida de Ricardo y se encuentra con la hija de
este, Maya, con quien irá descubriendo la historia de Ricardo y Elena,
sus padres, al tiempo que van exorcizando su pasado de miedo, su historia en un
país dominado por Escobar y la droga.
Dado que el narrador es el propio Antonio, la narración es una
evocación de su vida y de la de Ricardo, interpretada por Antonio y por Maya.
¿Qué tiene que ver Ricardo Laverde y su mujer, Elena Fritts con el
narcotráfico? ¿Qué fue lo que ocurrió para que Antonio viviera sumido en un
profundo pánico que le impedía hasta salir de casa? ¿Por qué Maya nunca conoció
a su padre? Os animo a leer esta novela inolvidable.
6.
El pozo, Juan Carlos Onetti
Eladio Linacero, un antihéroe, agotado
por su toma de conciencia del envilecimiento de la existencia humana y de la
inutilidad de todo intento de comunicación, lucha por liberarse de su tedio
cotidiano a través de la ficción... La escritura de un sueño ubicado en Canadá
es la válvula de escape que le permite construir una nueva realidad a su
medida...
Un hombre llega a los cuarenta y siete
que debe contar su historia. "Me gustaría escribir la historia de un alma,
de ella sola sin los sucesos en los que tuvo que mezclarse, queriendo o no. O
los sueños. Por eso su relato está esencialmente construido con las aventuras
que le acerca su imaginación, como la de la muchacha que viene a su cabaña de
troncos, en medio de la noche a yacer junto al fuego. También es la narración
de hechos reales que comparte con la prostituta, el poeta, la esposa, los que
sin embargo se distancian de quien se vuelve por las noches hacia la sombra de
la pared para pensar cosas disparatadas y fantásticas".
7.
El testigo, Juan Villoro
Junto con Jorge Volpi, Ángeles
Mastretta y Daniel Sada, Juan Villoro representa la nueva generación de
escritores mexicanos que ha logrado traspasar las fronteras de otros países de
habla hispana. Ha ganado el premio Xavier Villaurrutia por el libro de cuentos
La casa pierde, el Mazatlán por su libro de ensayos Efectos personales, y el
galardón del International Board on Books for Young por el libro para niños El
profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica.
El testigo es la historia de Julio
Valdivieso, un autoexilado como tantos jóvenes que se van de su país a estudiar
al extranjero para después de años dejar la tierra extraña que los acogió,
ensanchando el horizonte.
Valdivieso regresa de Francia con su
esposa Paola y sus hijas a la ciudad de México, para recuperar el pasado que no
vivió ahí y, que por supuesto, jamás lo reintegrará al archivo de memorias
cotidianas, ni siquiera al de eventos relevantes. El país es otro, el partido
político, monolítico, que lo gobernó por decenas de años se ha ido de los
edificios públicos, los habitantes dibujan torpemente una sociedad
esperanzadora y más justa.
Julio procura reconocer los cambios sin
éxito, viaja al interior para reencontrarse con el pasado familiar en el rancho
Los Cominos del tío Donasiano. La tierra provinciana le sienta bien; sin
embargo, la cercanía a la memoria del poeta moderno de México,Ramón López
Velarde (1888-1921), le turba.
Sucede que en su prisa por irse a
estudiar a Florencia en Italia, plagió la tesis de un estudiante uruguayo
asesinado por los militares en esa república sudamericana. El texto lo encontró
en la biblioteca de la universidad donde realizaba el servicio social
obligatorio como parte del programa para obtener su título profesional. El
pecado lo llevó siempre en el más profundo secreto, el nombre del poeta López
Velarde, tema central del texto, lo persiguió por noches enteras previas al
examen final.
La visita a la propiedad del tío lo
acecha con los fantasmas del poeta y de Nieves, el primer amor que nunca
coincidió con el propósito de una vida común, a esto se suman las largas
charlas con el sacerdote Monteverde a quien el tío le confiesa pecados imaginarios.
Le recuerda páginas siniestras de la historia, la guerra cristera que fuera de
ruborizarlo le exaltó el ánimo contra aquellos mojigatos que acompañados de
hipocresía se meten en las iglesias a darse golpes de pecho.
El testigo, Julio Valdivieso, es
precisamente eso, un espectador de los cambios políticos, el efecto en la
familia cercana, en la vasta propiedad rural del tío Donasiano y el amor
perdido en el pasado.
Un texto brillante, desarrollado de
manera inteligente. Los personajes hablan con naturalidad, las voces
cadenciosas hacen resaltar las diferencias culturales nítidamente. Las
descripciones de la ciudad, la provincia, las costumbres rurales y las urbanas,
los modos de vidas y las tradiciones de un país vibrante, le dan al lector la
sensación de presenciarlos por sí mismo.
Por: Ruben Cazalet https://editorialultramarina.com/2011/12/01/resena-de-el-testigo-de-juan-villoro-via-siempremujer-com/
A gracias por comentarlo y compartirlo con nosotros lo tomaré en cuenta para leerlos de hecho "El llano en llamas" lo tengo en mi casa pero no lo he leído
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