Extracto
I
Sofía levanta la cabeza y me mira. Sus ojos son dos focos verdes que lucen sobre un mar de sombras frías. Sonríe, casi siempre sonríe. Sonríe al día y a la mañana, a la luz y a la oscuridad, a los niños que la rechazan y a los otros que la quieren como su tesoro más preciado. Ella es también mi tesoro y sé que es mágica, lo sé. No puedo explicar cómo, sólo lo sé. Tiene una misión. Ella insiste en buscar mi alma hasta que la encuentra allí abajo, perdida, desorientada, cansada, angustiada por no haber sabido estar a la altura, a su altura, la que necesita para seguir adelante, para que sigamos todos. La miro y sé que ella ha visto ya mi interior. Me tranquilizo. Ella es maga.
?Mamá, ¿no vas a darme la pastilla hoy? Empiezo a sentir el frío.
Jamás se me olvida, pero hoy estoy cansada. Su padre se ha ido. Sin portazo. No ha aguantado más. Y no soy capaz de sentir resentimiento. Lo busqué. Dejé de oír con él el viento. De sentirme amada, de sentirle a él. Y él se dio cuenta a tiempo y yo también pero solo pude seguir existiendo en esta vida que dejó de ser mía hace tiempo. Justo once años mañana. Tengo que salir sin falta a comprar un regalo; ya no sé qué comprarla, lo tiene todo, se aburre de todo, lo quiere todo.
?Perdóname, cariño, ahora mismo te la traigo. No te levantes de la cama, todavía es temprano, puedes intentar dormir un poco más.
Sé que ya no lo hará. No es capaz. Voy a la cocina y miro por la ventana. Se ha hecho de día. Otro día más.
Capítulo 1. Roscas de anís
Aún no he conseguido comprender lo que ocurrió. Cómo fue posible que aquello no acabara con nosotros, con las risas, con los mofletes rojos de correr escaleras arriba para llegar el primero al aula o para no quedarte el último, los corrillos de cuchicheos varios en los pasillos y los juegos estrepitosos a la hora del recreo. Cómo fue que no terminara de inmediato con nuestra inocencia.
A veces creo que tal vez lo hizo sin darnos cuenta pero, si eso en realidad pasó y no es solo la visión que ahora tengo de aquello, cuando ya lo he revivido y repasado tantas veces, solo sucedió tras descubrir quién había sido el asesino.